El ejercicio de la función jurisdiccional es la esencia de la existencia misma de nuestro Tribunal Electoral. Esa función debe ser ejercida de manera expedita e imparcial: debe ser oportuna, sin que algún obstáculo procesal o formal se convierta en un obstáculo para impartir justicia, y debe ser neutral, garantizando el mismo trato a todas las personas y estando encima del conflicto político que analiza.
En 2018 se renovaron los poderes Ejecutivo y Legislativo federales: elegimos al presidente, a los 500 diputados y 128 senadores. La elección de estos cargos generó 5,281 impugnaciones, que corresponden al 28% de todos los asuntos recibidos por las salas del TEPJF.
Esta gráfica refleja las tendencias de litigiosidad en los procesos electorales anteriores. Como se advierte, las elecciones federales de 2018 generaron menos litigios que las anteriores, lo que obedece, probablemente, a la concurrencia con los procesos locales, y a algunos cambios en el sistema electoral y en la actuación de las autoridades (por ejemplo, este año se presentaron pocos asuntos relacionados con las credenciales de elector, que habían sido recurrentes en 2012).
En esta gráfica se presentan los medios de impugnación recibidos por las salas del TEPJF en relación con el proceso electoral federal. Los datos demuestran que los medios más promovidos fueron los juicios ciudadanos, que sirven para proteger derechos de las personas (30.3%), los de inconformidad, utilizados para controvertir los resultados electorales (25.7%) y los relacionados con procedimientos sancionadores, relacionados con la propaganda (21.7%).
Esta gráfica refleja cuáles fueron los temas que generaron mayor número de impugnaciones durante cada año reportado. Como se advierte, el mayor número de impugnaciones en estos procesos se relacionó con los resultados electorales (33.5%), propaganda (procedimientos sancionadores, 19.7%) y actos de preparación de la elección (18.5%).